Todos quieren ser Francisco o Messi

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En el nombre está impreso el destino. Por ellos es importante adentrarse en el significado de los nombres que daremos a nuestros hijos.

Argentina es un país donde el factor religioso ocupa una gran significación. También es un país netamente futbolero. En ambos aspectos se destacan este año mundialmente dos figuras que son objetos de admiración por parte de los argentinos.

Según un relevamiento del Registro Nacional de las Personas de la Ciudad de Buenos Aires, la influencia del Papa Francisco, y del número uno del fútbol mundial, Lionel Messi, fueron un incentivo a la hora de pensar en el nombre de los hijos. Datos relevantes demuestran la popularidad de estas figuras y el cariño desbordante de los argentinos hacia sus personas. Tal es el caso que según el relevamiento del Registro Nacional de las Personas fueron los nombres más elegidos a la hora de darles a los herederos un nombre.

Si bien Francisco y Lionel fueron los que encabezaron la lista, le siguieron Lorenzo, y Benjamín. Este año existe una tendencia moderna de nombres largos, sin embargo se dieron otros nombres cortos como el caso de Ian, León y Ciro que completaron la lista de los nombres favoritos por los porteños.

En el caso de las nenas, existe una tendencia a los nombres de procedencia extranjera con significados diversos pero siempre prevaleciendo el factor religioso y conservador. Así, encabezan la lista, Isabela, Francesca y Valentina además de repetirse el fenómeno de nombres de años anteriores que siguen vigentes como el caso de Mia, Olivia, Sofía y Emma.

Según los datos estadísticos, proporcionados por el registro de las personas, existe una cuestión generacional con los segundos nombres. Son puestos en virtud de sus antepasados, y representan nombres comunes tales como Mateo, Nicolás, Pedro, y Ezequiel pero que curiosamente coinciden con nombres de procedencia bíblica, lo que data de la cultura religiosa conservadora y católica de los argentinos.

La ley 18.248 en su artículo 3 establece que el derecho de elegir el nombre es libre aunque conviene respetar ciertas pautas como por ejemplo evitar los nombres ridículos, o extravagantes que pudieran derivar en burlas o confusiones.

Años anteriores la tendencia moderna priorizaba los nombres de artistas y modelos del momento, en su mayoría de procedencia extranjera y cuyo verdaderos significados pocas veces eran conocidos por los padres de los niños inscriptos el registro de las personas.

Hoy, sin embargo, existe un mayor conocimiento de la procedencia de los nombres de los hijos y si bien se basan en nombre de personalidades sobresalientes, connotan un significado previamente conocido por los padres.